¿Divulgación científica? Ahora más que nunca (I)
- Nos falta
conseguir un economista para presidente del Consejo Científico.
- Cuidado, hoy la economía es magia, por eso es el
"saber" dominante. Un
mago a
cargo de la ciencia. Interesante.
Conversación entre dos usuarios de Twitter
Cuando la política se mete en asuntos de ciencia…
malo, malo. Las decisiones que nuestros gobernantes toman a este respecto casi
siempre resultan nefastas, y si resultan nefastas para la ciencia, lo son para
el futuro, la innovación y la competitividad del país, temas que curiosamente
se asoman a sus discursos con gran frecuencia.
Y
cuando afirmo que los políticos intentan “la cuadratura del círculo” con la
ciencia, no me estoy refiriendo a que pretendan que se investigue más y mejor
con cada vez menos recursos. Tampoco me refiero a su generosidad en formar a
investigadores de primera línea para que deban marcharse a prestar sus valiosos
servicios a otros países. No, no. Me refiero a la cuadratura del círculo propiamente dicha. Verán, les cuento.
Resulta
sorprendente para el no experto que construir, mediante regla y compás, un
cuadrado con igual área que un círculo dado sea imposible. Hasta que el
matemático Ferdinand Lindemann (1852 – 1939) demostró tal imposibilidad en 1882,
se han registrado numerosos intentos para resolver el problema. El primero de
ellos aparece en el Papiro Rhind
junto a otros problemas matemáticos planteados hace 4.000 años. La naturaleza
del número pi hace que no pueda ser
representado ni mediante una fracción, ni empleando un método geométrico como
el que permite obtener, por ejemplo, raíz
de 2.
Como
se observa en la figura, si la diagonal de un cuadrado de lado 1 se traslada
mediante compás a la recta real, se obtiene el valor de raíz de
2, como puede comprobarse mediante el teorema de Pitágoras
En
1894, un médico rural aficionado a las matemáticas llamado Edwin J. Goodwin, decidió ignorar o no dar por buenos ni la
demostración de Lindemann ni los cálculos del número pi de todos sus
antecesores hasta llegar a Arquímedes. En un artículo publicado en The
American Mathematical Monthly (sobre el que la revista declina toda
responsabilidad), Goodwin realiza su particular cuadratura del círculo de la
que se deducía que el valor de pi es 3,2.
Este dislate no pasaría de un error anecdótico por parte de un aficionado a las
matemáticas si no fuera por la segunda parte de la historia. Goodwin,
satisfecho, registró su “descubrimiento”, pero quiso que los escolares de su
estado natal, Indiana, se beneficiaran
sin coste de su hallazgo. Tras hacerle llegar la idea al representante de la
Asamblea legislativa, Taylor I. Record, éste presentó un proyecto de ley para la aprobación de la nueva “verdad
matemática”. Con el visto bueno de la Comisión de Educación, pasó a votación en
el Congreso que lo aprobó por unanimidad.
El proyecto de ley 246 de 1897 sólo necesitaría la aprobación del Senado para
establecer el nuevo valor de p en el Estado de Indiana.
Por
una afortunada casualidad, Clarence A.
Waldo, profesor de matemáticas de la Universidad de Purdue, se encontraba
en el Senado para gestionar el presupuesto de la Academia de Ciencias cuando se
debatía el proyecto de ley sobre el número pi. Absolutamente horrorizado por la
iniciativa, logró convencer a un grupo de senadores para que el proyecto no
fuera aprobado.
Podemos
extraer como moraleja de este relato, que parece una fábula pero que es
completamente real, que la ciencia está, entre otras cosas, para ayudar a los
políticos en la toma de decisiones. Platón afirmaba que para un gobernante eran
esenciales tanto las matemáticas como la filosofía. Y si el gobernante de turno
sólo tiene formación en humanidades y una escasa formación científica (como
suele ser en la inmensa mayoría de los casos) debería escuchar atentamente lo
que los científicos pueden decirle. Manuel
de León, director del Instituto de Ciencias Matemáticas del CSIC, comenta
en su entrevista
a El Confidencial que “debería
ser casi obligatorio que la clase política se dejara asesorar más por los
científicos”.
(continúa en parte II)
Fuentes:
Proyecto
de ley de Indiana sobre pi – Wikipedia
Periódico El
Confidencial, 4 de enero de 2014.
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