Reacciones al despertar
Durante la madrugada, Saccharomyces cerevisiae ha producido una idónea estructura alveolar en la muestra. La acción conjunta de glutenina y gliadina ha atrapado suficiente dióxido de carbono para alcanzar una estructura polimérica suficientemente elástica. Una vez sometida a tratamiento térmico, su deformación al tacto demuestra la adecuada reorganización de la red proteica. De esta muestra se tomaron dos porciones alícuotas para aplicarles radiación electromagnética.
Mientras, un envase biomineralizado de calcita se fisura para dejar salir un coloide transparente que soporta un concentrado coloreado de xantofilas. Sometido a alta temperatura, la albúmina del coloide va perdiendo su estructura terciaria y adopta un aspecto opaco y blanquecino al alcanzar los 84°C. Mientras, frutos molidos de plantas rubiáceas se infusionan en agua caliente y desprenden furanos, aldehídos y pirazinas, metabolitos volátiles que se difunden en el aire.
Por la acción de la radiación, en la superficie de las dos porciones comienzan a reaccionar azúcares con aminoácidos para producir glucosamina, fase inicial de las reacciones de Maillard. Tonos amarillos muy ligeros van acompañados de la generación de aldehídos y cetonas, lo que advierte al olfato de que la fase final, la aparición de melanoidinas, se encuentra próxima. La aplicación de radiación ha de interrumpirse con la primera formación de estos pigmentos oscuros.
Un huevo frito, café y dos tostadas concluyen su historia química en la cocina. Comienza el día.
Mientras, un envase biomineralizado de calcita se fisura para dejar salir un coloide transparente que soporta un concentrado coloreado de xantofilas. Sometido a alta temperatura, la albúmina del coloide va perdiendo su estructura terciaria y adopta un aspecto opaco y blanquecino al alcanzar los 84°C. Mientras, frutos molidos de plantas rubiáceas se infusionan en agua caliente y desprenden furanos, aldehídos y pirazinas, metabolitos volátiles que se difunden en el aire.
Por la acción de la radiación, en la superficie de las dos porciones comienzan a reaccionar azúcares con aminoácidos para producir glucosamina, fase inicial de las reacciones de Maillard. Tonos amarillos muy ligeros van acompañados de la generación de aldehídos y cetonas, lo que advierte al olfato de que la fase final, la aparición de melanoidinas, se encuentra próxima. La aplicación de radiación ha de interrumpirse con la primera formación de estos pigmentos oscuros.
Un huevo frito, café y dos tostadas concluyen su historia química en la cocina. Comienza el día.
Nota: Este relato está inspirado en las jitanjáforas, textos compuestos en su mayor parte de palabras inventadas que carecen de significado, como el lenguaje glíglico creado por Julio Cortázar para su novela Rayuela.
La variante de este relato, que se puede denominar jergantáfora, emplea lenguaje y términos propios de la jerga científica en lugar de vocablos inventados.
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Esta entrada participa en el blog de narrativa científica Café Hypatia con el tema #PVquímica.
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