El destino de una primatóloga

La pionera investigadora Jane Goodall apenas mueve un músculo. Se encuentra agazapada desde hace casi cuatro horas para no perderse la escena que está a punto de presenciar. Finalmente, la espera ha merecido la pena. Ha podido seguir el proceso completo mediante el cual la gallina Plucky ha puesto un huevo. Está satisfecha y sale del gallinero al encuentro de su madre que llevaba un buen rato preguntándose dónde se habría metido. 


Esta sería la primera “observación de campo” que haría Jane, una mecanógrafa que, tras graduarse en 1952, entró en la industria cinematográfica donde se encargaba de elegir la música que acompañaba a los documentales, los cuales con el correr de los años, acabaría protagonizando.


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Esta entrada participa en el blog de narrativa científica Café Hypatia con el tema #PVTierra.

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